La orientación profesional en la educación técnica
Carlos Delgado Álvarez
Los cambios contemporáneos en el mundo del trabajo vienen llamando la atención sobre la necesidad de ampliar las finalidades y los objetivos de la orientación profesional más allá del suministro de recursos de autoconocimiento y de informaciones sobre actividades ocupacionales, opciones educativas y formativas. La posibilidad de tener una vida productiva y satisfactoria a lo largo de toda una existencia humana es hoy mucho más imponderable, por lo tanto, más personas y en diferentes circunstancias necesitan, no sólo saber encontrar las informaciones que precisan, sino tener la capacidad de confrontarlas, discernir sobre su relevancia y pertinencia, evaluar la fiabilidad de las mismas, construir conocimientos, sobre todo, con visión y enfoque estratégicos.
El liceo técnico necesita tener como finalidad la indispensable educación integral a modo de temática transversal. Sin embargo, se requiere una atención especial cuando la orientación profesional se dirige a los jóvenes en situación de riesgo social; con situaciones familiares y económicas desfavorables; carencias educativas y profesionales; dificultades de incorporación a la vida activa; trayectoria de fracaso escolar y percepciones negativas de sí mismos, del contexto en que viven, de las instituciones educativas y de las posibilidades de su propio futuro profesional y personal. El desafío de orientar a los jóvenes en su elección profesional temprana y, luego en su ingreso al mundo del trabajo y de la cultura en una sociedad pautada por la lógica contradictoria del mercado, es enorme. Y lo es aún más aquel que reclama la construcción, con los jóvenes, de un nuevo sentido del trabajo en tanto proceso de humanización y ciudadanía.